Seguidores.

sábado, 4 de mayo de 2013

ᴅᴇᴠιʟ; capítulo uno




- Vaya, a quien tenemos aquí -Dijo dando vueltas mientras yo estaba en esa maldita silla.
- Suéltame hijo de puta -Intenté zafarme, pero no podía con las esposas.
- Ashley no puedes seguir así -Me regañó Dan, el policía que tantas veces me ha visto metida en líos.
- Quién lo dice -Reí sarcásticamente.
- Todos los decimos. No puedes estar detenida semana tras semana -Siguió- Cuando cumplas los dieciocho te meterán a la cárcel. ¿Quieres eso, eh? ¿Quieres que te metan en la cárcel? -Paró de dar vueltas.
- No..- Entonces, ¿por qué haces lo que haces?
- Es mi modo de vida, imbécil -Rodé los ojos- Y te podrías ahorrar el discursito, ya me lo sé.
- No hay caso contigo, jo.der

Unos toques en la puerta retumbaron en la sala.

- Ya le han pagado la fianza a Ashley, se puede ir.

¡Bien! Saldría de esta maldita habitación.

- Ya me puedes quitar estas esposas -Sonreí victoriosa.
- ¿Sabes como tiene que estar tu madre? -Me preguntó mientras abría un cajón- ¿Sabes que es, que te paguen la fianza cada mes? Tu madre tiene que estar muy decepcionada contigo -Con la pequeña llave abrió cada una de las esposas y yo me toqué las muñecas. Aquello dolía como su madre.
- Si, bueno. Adiós, Dan.
- Espero no verte más por aquí, Ashley.
- Yo igual -Le lancé un beso y salí de ahí.

En cuanto puse un pié fuera, ya tenía como a tres seguratas al lado mía, para que no hiciese nada grave.
Me llevaron a una sala, donde estaba mi madre con los ojos rojos y una cara de decepción.

- ¡¿Tú te crees que esto es normal?! -Se acercó a mi y me dio un guantazo en la mejilla- ¡Es vergonzoso que tenga que venir aquí cada mes, Ashley.
- Pero que mierda ...-Me toqué la mejilla.
- Esto no puede seguir así, Ashley.

Salimos de la estación policial y me monté en el coche de mi madre.
Se pasó todo el trayecto hasta la casa regañándome.

Entramos a la casa y subí corriendo a mi habitación.
Miré mi móvil y vi que eran las dos y veinte de la mañana. Jesucristo, había estado una hora en la mald.ita estación policial, aguantado gilipolleces a cada segundo.

Me tiré en la cama y recordé lo tranquila que estaba yo, hace unas cinco horas.

- Ana -Le llamé. Pero no me escuchó con la música tan alta- ¡Ana coño ven aquí! -Le grité.
- ¿Que quieres? -Preguntó.
- ¿Ves a aquellos chicos tan bonitos? -Le pregunté señalando con la cabeza a un grupo de chavales que madre mía..
- Sí, ¿que pasa?
- A que no tienes huevos de acercarte a alguno, al que más te guste y seducirle.
- ¿Que no tengo huevos? Ya verás.

Vi como Ana se acercaba a ellos, y yo no pude dejar de reír cuando vi que empezaba a ligar con el del pelo castaño, muy sexy. 
Pero pasó algo que no nos esperábamos, vinieron las supuestas novias y vieron que Ana se estaba besando con el chico.

- ¡Zorra, aléjate de mi novio! -Le tiró de los pelos e intentó tirarla al suelo, pero Ana tenía más fuerza que el palillo con pelos.

Ariana, Mina y yo reaccionamos y fuimos a pararlas. 

Le pegué un ****azo en la frente a la niña esa y cayó al suelo.

- ¡Vuelve a tocarme! -Gritó Ana mientras Ariana la sujetaba.

Miramos hacia nuestros al rededor y había mucha gente mirando el espectáculos. "Estúpidos", pensé. 
Unos brazos fuertes nos sacaron de aquella discoteca, pero alguien llamó a la policía y nos tuvimos que ir en aquel coche tan conocido para nosotras. 

Decidí dormirme, hablaría con las chicas al día siguiente. Bueno, dentro de unas horas.

-

Desperté gracias al maldito móvil, que no dejaba de sonar.

- ¿Quién es? -Respondí agresivamente sin mirar quién era.
- Tranquila fiera -Reconocí esa voz al instante.
- Joder, Jake. Que quieres.
- A ti, ahora mismo nena, eres como una droga.
- Estúpido -Reí.
- Me he enterado que otra vez has estado con policías.
- Vaya, que rapidez -Me senté en la cama.
- ¿Que pasó, que hicisteis?
- Pues.. -Le conté todo con cada detalle.
- Pero la culpa es de la chavala aquella. No tenía que haberle pegado a Ana, además, vosotras sois como dinamita. Explotáis en cuanto alguien os toca.
- Bueno, depende de ese alguien -Reímos juntos.
- Tengo que colgar ya, no me eches mucho de menos.
- Eso será imposible, adiós, tonto.
- Adiós, lista.

Reí y colgué. Jake era un chico muy sexy, alguien a quién consideraba mi hermano, aunque no lo fuera. Es un mujeriego de primera, pero es centrado en las cosas, mucho más que yo. Me he tenido que tragar muchas broncas de parte de el, porque hago el tonto o porque muchas veces el ha tenido que pagarme la fianza para que mi madre no se enterase.

Bostecé y miré la hora. Eran las once de la mañana. Salí de la cama y abrí mi armario. Saqué mi ropa y la dejé en la cama. Entré a mi baño y me metí en la ducha. Quitándome algún rastro de suciedad, gracias a la gran noche que tuve.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Muchas gracias por pasarte por aquí. Sobretodo, gracias por comentar. Justin te violará esta noche.