- ¿Qué haces aquí? -Le dije un poco alto, por la música.
- Cuando hablas, hay gente que te escucha -Bieber seguía con las manos en mis caderas.
- ¿Qué? -No había entendido nada, la verdad.
- Te escuché hablar con Mina.
Ahí es cuando creo que se congeló todo. No se tenía que enterar, él no.
- Joder -Puse las manos en mi cara pero a los segundos las quité, y quité de un manotazo las manos de Bieber en mi cintura- Ni se te ocurra decir nada a nadie -Le amenacé con el dedo.
- Con una condición -Sonrió aún más.
- Oh por Dios -Levanté los brazos. Maldito niño.
- A ver -Se lamió los labios. Encima de estúpido, idiota, egocéntrico, y una par de adjetivos más, es condenadamente sexy- Si tú haces lo que yo quiera durante toda una semana, yo no le diré nada a nadie.
- ¿¡QUÉ!? -Empecé a reírme- Y una mierda. Chantaje no -Le miré seriamente.
- Eso o, le digo al director la valla tan bella que descubristes -Sonrió de lado- Seguro que le encantará.
- Ya -Suspiré- UNA semana. Una.
Estrechamos las manos y me fui al lugar donde se encontraban Ariana, Ana y Mina.
- No puede ser... -Me senté en el sillón de cuero rojo.
- ¿Que te pasa Ash? -Me preguntó Emma.
- ¿No te has ligado algún chico mono? -Preguntó Ana. A veces, dudo de su cerebro.
- No -Le miré mal- Bieber acaba de descubrir nuestra única escapatoria.
- ¿Cómo? -Todas empezaron a quejarse.
- Callaros, que eso no es lo peor. Me quiere hacer chantaje -Bebí del vaso de Ana.
- ¿Y cuál es? -Preguntaron.
- Yo hago lo que él quiere por una semana y él no le dirá nada al director.
Todas empezaron a reírse.
- No le veo la puta gracia -Alcé la voz.
- Es que, o sea, ¿En serio? ¿Y lo vas a hacer? -Suspiré.
- Sí, no me queda otra. No quiero que me expulsen.
- La que te espera ...
Intenamos olvidarnos de todo eso e hicimos de las nuestras. Cuando eran las dos de la mañana, regresamos al campus. Me dolían los pies.
Una vez en nuestras habitaciones, nos pusimos el pijama y nos acostamos en nuestras respectivas camas. A los pocos minutos fui quedándome dormida.
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Eran las diez de la mañana. Ana inventó una excusa de que estaba mala. Yo simplemente, no inventé nada. Seguí durmiendo.
- Despierta dormilona -Me destapó un poco, para que me despertara.
- No, déjame.
Intenté volver a taparme, pero por mi poca fuerza de por la mañana, no pude ni arrastrar la sábana hacia mi cabeza, así que la dejé como estaba. A los cinco minutos sentí frío y me senté como los indios en mi cama. Ana bajó ya lista del baño y yo me levanté a por mi ropa ya que esa mañana no iba a clases. A parte de que no tenía ganas, no habría hulk que me despierte a las seis de la mañana.
Subí al baño y me di una ducha rápida. Me vestí, me sequé el cabello y me lo peiné. Me maquillé y recogí el baño un poco. Sino, Ana me regañaría. Salí del baño y cuando bajaba por las escaleras vi a las chicas allí.
- Hola, tontas -Me tiré a la cama, en la cual estaban Ana y Ariana. Mina estaba en el escritorio con el ordenador.
- Hola, señora Bieber -Le miré mal.
- ¿Qué coño te pasa en la mente? -Pregunté enfadada.
- Hoy tendrás que hacer todo lo que Justin diga -Ariana me recordó la estúpida apuesta.
- Es verdad -Suspiré.
- ¿En serio lo vas a hacer? ¿Vas a hacer lo que él diga?
- ¿Y qué hago? -Le respondí con una pregunta- Si él le dice algo al director estoy muerta. Me cambiarían de centro.
- Puedes desmentirlo con pruebas -Dijo Ariana- Tapa el agujero y ya.
- Ah, sí -Asentí- Luego me acompañáis a por una valla de no-sé-cuántos metros, y me ayudáis a montarla y eso, ¿sí? -Respondí sarcásticamente- Por Dios.
- La que te espera, Ashley. Lo vas a pasar fatal -Me "ayudó" Ana.
- Gracias, Ana -Puse una mano en su hombro- Por tu apoyo y eso -Rió.
Unas ruedas de silla se escucharon y miramos a Mina. Esta luchó contra la gravedad mientras se caía de la silla y ponía una cara rara. Al segundo, Mina se dio una buena hostia contra el suelo.
- Oh Dios mío -Estallamos a risas.
Mina se levantó del suelo y también empezó a reírse. Levantó la silla y se puso la ropa bien.
- ¡Tenías que haber visto tu cara! -Dije como pude. No podía parar de reír, me dolía ya hasta la barriga.
- Parecías retraída -Ana se tiró lentamente al suelo de la risa.
- No podéis... -Mina nos lanzó un cojín- Que malas personas, no os preocupáis por mi salud -Nos reímos más.
- ¿¡Pero qué salud!? -Reí- Si es que no tienes cuidado -Paré de reírme y me quité las lágrimas que solté.
- Bueno, gracias. Me alegro de haceros reír con mi espectáculo -Hizo una reverencia y se sentó con cuidado en la silla.
- De nada, mujer.
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Supongo que querréis matarme again, pero bueno sdjfksdf JAJAJA.
Woooow me encanta esta nueva! Sube cuando puedas pero rápido! Jajajaja Bss
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