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sábado, 18 de mayo de 2013

ᴅᴇᴠιʟ; capítulo nueve



Subí corriendo a clase antes de que Bieber me persiguiera o hiciera algo estúpido.

Me topé con Ari y me dijo:


- Ni cinco minutos que llevaste y ya te echaron.

- Me ha puesto con Bieber. ¿Con qué derecho? -Tiré mi mochila en mi ahora nuevo asiento.
- Pues, creo que con el suyo -Rió.

Le miré mal, muy mal.


- Aish -Vino Ana a consolarme.

- Espero que no se pase de listo, conmigo no se jueg.. -Una voz horrible me interrumpió.
- Seguro que esto lo has manipulado tú aposta para que te sentaras con mi novio y así me puedas fastidiar, pero querida, el y yo somos muy felices, así que déjanos en paz -Me advirtió Lisa.
- Sí, he echo magia para poder sentarme con tu novio, y así molestarte. Cuando estés mirando le besaré.
- Perra, esto no se queda así -Se fue.
- Solo le ha faltado el movimiento de cabeza y el 'jum', al irse -Habló Mina.
- Esta niña, es tonta. Por dios, que le ha visto Bieber.

El timbre sonó y minutos después, entro la profesora en clase. Me senté apoyándome en la pared y poniendo mis pies en la silla de Bieber.


- Que cómoda tú, ¿No? -Rió por lo bajo Bieber.

- Estaría más cómoda sin tu presencia.
- Que mal.

Estaba por quedarme dormida cuando mi pantalón vibró, asustándome y poniéndome recta.


- ¿Que es? -Preguntó Justin al ver mi reacción.

- Nada.

Saqué la BB y vi que era un whatsapp. De Ana. 


"¿Todo bien por ahí? jajajaja"

"Por aquí perfecto, ¿que tal por allí?" Respondí. Ya que a ella le tocó con uno de los listos y en casi primera fila.
" *carita de asco* este niño sabe mucho."
" Que mal, ahora te aguantas"

- Guarda el móvil -Me avisó Bieber.

- ¿Por qué tendría que hacerlo? -Me llegó otro wa.

" Amargada. Hoy nos escapamos?"


- Porque te lo digo yo -Me respondió el.


" Sí. Te dejo que el señorito quiere que guarde el movil"
" jajaja tu infierno llegó" 

Lograré escaparme de el. Pensé.


Cuando terminaron todas las clases, las chicas y yo nos dirigíamos hacia la habitación de Ari y Mina. Cuando una voz sonó por todo el campus. 


- Queridos alumnos y alumnas, diríjanse hacia el salón de actos.


Entramos y nos sentamos por las sillas delanteras, las que había libres.

Cuando se aseguraron los maestros de que todos, o casi todos los alumnos estuviesen ahí, hablaron.

- Cállense -El murmullo fue disminuyendo hasta quedar todo en silencio- Bien, quiero deciros, que vais a iros a vuestras casas -Quejidos inundaron la sala- Oh por dios, ¡Cállense! -De nuevo el silencio reinó- Nos estamos quedando sin dinero y no podemos pagar todo lo que habéis echo en, ¿Cuatro días? Señores, que esto no es la calle. Es un campus. ¿Las mesas ya pintadas y rajadas? ¿Las sillas medio rotas? ¿Que sois, animales? Y ya de los baños ni os cuento. ¿Pero que clase de gamberros sois? Y dado que en vuestra casa no hacéis eso, todo el mundo de nuevo al instituto normal. Y ya podréis salir, a drogaros, a fiestas y a romper cosas. ¿Pero aquí? Aquí ya no más. Esto se acabó. ¿No os gusta esto? No haber venido. Este campus seguirá en pié, pero ésta  vez con gente civilizada, no con bestias -Tosió un poco- Ahora, niños, niñas, id a vuestras habitaciones, haced vuestras maletas y dejad todo limpio y recogido. Iros a vuestras casas o llamad a vuestras madres a que os recojan y olvidad esto. Me averguenzo hasta de mi mismo. ¿Como podría haber tenido semejante idea, que traeros aquí? Es un error y lo voy a arreglar. Así que, todo el mundo fuera, os quiero fuera de aquí.


Nadie se movió, pero tampoco habló. Nada. Cero ruido, cero protestas. 


- Pero.. director -Levantó la mano un niño. Uno de los listos- ¿Y los que no hemos echo nada?

- ¿No me habéis escuchado? Todo el mundo fuera. Nadie del instituto 'the kings' -Así se llamaba nuestro instituto- Pisará más este campus. Nadie -Dijo el director ignorando al chico.

Poco a poco la gente se fue levantando, y saliendo de ahí.


- Madre mía, nunca lo he visto así -Alucinó Ari.

- Ni tú, ni nadie. Nos odia a muerte -Dije.
- Y seguro que tu encabezas la lista -Rieron.
- Ja-ja, que graciosas, deberíais de ser payasas. ¡Ah, no! Que ya lo sois.
- Sí, será eso -Reímos todas.

Cada uno se fue yendo a su habitación.


- Creía que íbamos a durar más aquí, pero bueno -Dije poniendo dos maletas en la cama.

-  Yo también.
- Tantos recuerdos que tenemos aquí -Hice como si llorase.
- Demasiados -Hizo como si llorase también. 

Reímos al decir todas estas estupideces.


Estaba por poner la última camiseta en mi maleta cuando mi móvil sonó.

Lo desbloqueé y vi que era un mensaje. ¿Un mensaje? ¿De quién? Me podría haber enviado un whatsapp.

Lo abrí. "Esto no ha acabado aún."


- ¿Que cojones? -Pregunté en voz alta.

- ¿Que pasa? -Preguntó Ana.
- No lo sé, alguien se ha escapado de CSI.
- ¿Qué?

Le enseñé el mensaje.


- Se habrán equivocado.

'Bieber', salió automáticamente en mi mente.



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Ola k pasa.
Es cortito, u know. Y no es nada interesante (?) pero a partir de estos capítulos si, muajajajajajajajajajajaja.
Okm<333

domingo, 5 de mayo de 2013

ᴅᴇᴠιʟ; capítulo ocho





Pasamos el día haciendo el tonto con las chicas.

La alarma sonó, despertándome de un sueño demasiado bonito. Éramos yo y Zac Efron. Mejor sueño no puede ser.

Apagué la alarma de la blackberry toda feliz, solo porque había soñado con Zac.

- ¡Ana! -Grité- Despierta.
- Mmm -Se movió un poco y siguió durmiendo.

Abrí mi armario y saqué mi uniforme. Me vestí y fuí arriba a peinarme. Me hice una coleta bien alta y me alisé la cola. Me maquillé, como siempre; base, polvos y ochocientas capas de rimel. Un poco de colorete y lista.

Bajé las escaleras y vi a Ana vistiéndose en la cama.

- ¿Qué haces? -Le pregunté.
- Vistiéndome, ¿Esque no lo ves?
- Debajo de las sábanas -Afirmé.
- Sí, debajo de las sábanas -Reí.

Preparé mi mochila y en eso, Ana bajó del servicio lista.

- ¿Que hora es? -Preguntó.

Fui a por mi móvil y miré la hora. Eran las ocho, teníamos un cuarto de hora.

- Las ocho -Dije guardando una libreta.
- Hoy nos hemos levantado o muy temprano o hemos tardado menos en arreglarlos -Se sentó en la cama.
- La segunda opción. El despertador está a la misma hora.
- Bueno, lo importante es que ya mismo ves a tu romeo -Rió, y le tiré un libro, cosa que le dio, pero siguió riéndose.
- Cállate ya, joder. No es mi romeo, ni soy la señora Bieber, ni es mi novio ni nada, cállate la puta boca -¿ Veis cuanto tardan en estropearme la mañana?
- Ya, ya. No te enfades.
- ¿Que no me enfade? -Tiré la mochila al suelo, ya llevaba un libro y una libreta. No quería llevar peso- Ayer. Estuvisteis todo el santo día haciendo bromas con eso. Y ahora por la mañana, tú. Y no tardarán las chicas en hacer más bromas. Porque sois mis mejores amigas, que si no ya os hubiera dado un guantazo.
- Nos amas, acéptalo -Se puso una mano en el pecho.
- Sí, sí.

Salimos y bajamos a la planta de Mina y Ari. Tocamos a su puerta.

- ¡Abrid pequeñas putas! -Grité aporreando la puerta. Algunos que pasaban por el pasillo se me quedaron mirando, pero me da igual.

Seguí aporreando la puerta hasta que escuché pasos.

- ¡Te odio! -Gritó Ari.

Entramos a la habitación riéndonos, menos Ari, claro.

- ¿Por que haces eso? -Preguntó Mina restregándose los ojos. Le había despertado.
- Porque quería despertaros, y bueno, lo he conseguido.
- Sufrirás las consecuencias -Me señaló Ari- Señora Bieber.
- ¡Lo ves! -Grité mirando hacia Ana- Yo sabía que no ibais a parar.
- No te enfades -Rió.
- Que clase de guantazo os voy a dar -Me tiré en la cama de Mina, tirando a ésta al suelo- Venga, a vestirse.
- Ashley me tienes que peinar -Me avisó Ariana mientras se desvestía.
- Sí.
- Y a mi también -Mina levantó la mano mientras abría el armario.
- Sí.

Se vistieron y Ari fue a maquillarse. De una manera u otra, llegábamos tarde a las clases. Así nos levantemos a las cinco de la mañana.

- ¿Que hora es? -Preguntó Mina mientras que yo le peinaba. Le hacía unas ondas preciosas.
- Da igual la hora -Respondió Ana mientras leía algo en su móvil, tirada en la otra cama- Llegamos tarde.
- He dicho, ¿Que hora es? -Preguntó más fuerte.
- Joder, las ocho y media, pesada.
- Ah.

Terminamos y salimos del edificio. Entramos al edificio de las clase y subimos los dos pisos. (El edificio de las clases tenía cinco. Era bastante grande.)

Toqué a la puerta y un "Adelante" se escuchó.

- ¿Se puede? -Pregunté.
- -Suspiró- Sí.

Entramos las cuatro y la maestra negó con la cabeza. Me senté en mi sitio y miré a Bieber. Éste me sonrió con una manera perversa.
Puse mi mirada en la pizarra e intenté atender. Intento fallido, me entró el sueño y me eché en la mesa.

- Hola preciosa -Habló alguien a mi lado.

Levanté un poco la cabeza y vi que era Bieber. Apoyé de nuevo la cabeza en mis manos y quise seguir durmiendo.

- No me ignores, ya sabes nuestro trato.
- ¿Te quieres callar? -Pregunté irritada.
- No -Lo escuché reír.

Entró la maestra, yo no sabía en que clase estábamos.
Cuando Ana se sentó a mi lado le preguntó. Estábamos a segunda hora.

- Bueno chicos, como aquí los asientos están muy mal formados, voy a cambiar de sitios.

Toda la clase empezó a quejarse.

- ¡ Cállense chicos! Me da igual sus opiniones, os voy a cambiar.
- Y una mierda -Alcé la voz. Algunos rieron.
- Señorita.
- Bieber -Susurró Ana.
- No diga palabrotas en mi clase -Siguió hablando la profesora.

Sacó su libreta donde estaba la lista de nuestro curso.

Miré a Ana y le dí una hostia en la cabeza.

- ¿Se puede saber que haces? -Se enfadó.
- ¿Te quieres callar ya con lo de Bieber?

La profesora fue poniendo a la gente que "debían estar juntos" para que no hablasen o para que trabajasen mejor.

- Ashley Clark, con ... -Miró la lista- Justin Bieber -Miró el lugar donde ponernos.
- Estás de coña, ¿No? -Mi indignación era notoria.
- No, sentaros, en la penúltima fila, os quiero ver lejos.
- Pues que bien -Murmuré y tiré mi mochila agresivamente contra la mesa que me tenía que sentar. Al menos, me tocaba al lado de la pared.
- Y no de porrazos -Me avisó la profesora.
- Sí, claro. ¿Algo más? -Me senté.
- Sí. Salga de mi clase -Señaló la puerta.
- Encantada.

Salí disparada hacia el aula de convivencia. Ahí tenías que estar cuando te echaban de clase.

Sonó el timbre y subí hacia la clase. Alguien me detuvo en mi camino.

- Tienes que dejar de ser tan rebelde, me has dejado solo -Me sujetó del brazo.
- Oh, que lástima. ¿No es lo que querías? Lo siento Bieber, no vivo para complacerte.
- Oh, que lástima -Me imitó- Esta semana me vas a complacer, y mucho.
- Sí, en tus sueños.
- ¿Le digo al director la preciosa valla?
- ¿Sabes? No, no se lo digas. Se lo voy a decir yo personalmente -Bajé de nuevo las escaleras.
- Y yo le contaré mi versión. Y entonces a ti no te creería.

Paré de bajar, y miré a Bieber.
Subí de nuevo y me puse a su altura, subiéndome a otro escalón más. El era más alto.

- No sabes lo que te odio, te vas a arrepentir de esto.



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Guuolaaaaaaaaaaaaas, cuanto tiempo, madre mía. Ya no se ni lo que poner aquí jksfndfs.
Bueno, sí. Sí se: lo siento. Os he dejado tiradas como cual mierda que caga un perro en un parque. Lo siento so much. A partir de ahora estaré subiendo, puede que los capítulos no sean muy largos, lol, pero bueno, por lo menos subiré. ¿Si? :c

Os amo<3 

sábado, 4 de mayo de 2013

ᴅᴇᴠιʟ; capítulo siete





 - ¿Qué haces aquí? -Le dije un poco alto, por la música.
- Cuando hablas, hay gente que te escucha -Bieber seguía con las manos en mis caderas.
- ¿Qué? -No había entendido nada, la verdad.
- Te escuché hablar con Mina.

Ahí es cuando creo que se congeló todo. No se tenía que enterar, él no.

- Joder -Puse las manos en mi cara pero a los segundos las quité, y quité de un manotazo las manos de Bieber en mi cintura- Ni se te ocurra decir nada a nadie -Le amenacé con el dedo.
- Con una condición -Sonrió aún más.
- Oh por Dios -Levanté los brazos. Maldito niño.
- A ver -Se lamió los labios. Encima de estúpido, idiota, egocéntrico, y una par de adjetivos más, es condenadamente sexy- Si tú haces lo que yo quiera durante toda una semana, yo no le diré nada a nadie.
- ¿¡QUÉ!? -Empecé a reírme- Y una mierda. Chantaje no -Le miré seriamente.
- Eso o, le digo al director la valla tan bella que descubristes -Sonrió de lado- Seguro que le encantará.
- Ya -Suspiré- UNA semana. Una.

Estrechamos las manos y me fui al lugar donde se encontraban Ariana, Ana y Mina.

- No puede ser... -Me senté en el sillón de cuero rojo.
- ¿Que te pasa Ash? -Me preguntó Emma.
- ¿No te has ligado algún chico mono? -Preguntó Ana. A veces, dudo de su cerebro.
- No -Le miré mal- Bieber acaba de descubrir nuestra única escapatoria.
- ¿Cómo? -Todas empezaron a quejarse.
- Callaros, que eso no es lo peor. Me quiere hacer chantaje -Bebí del vaso de Ana.
- ¿Y cuál es? -Preguntaron.
- Yo hago lo que él quiere por una semana y él no le dirá nada al director.

Todas empezaron a reírse.

- No le veo la puta gracia -Alcé la voz.
- Es que, o sea, ¿En serio? ¿Y lo vas a hacer? -Suspiré.
- Sí, no me queda otra. No quiero que me expulsen.
- La que te espera ...

Intenamos olvidarnos de todo eso e hicimos de las nuestras. Cuando eran las dos de la mañana, regresamos al campus. Me dolían los pies.

Una vez en nuestras habitaciones, nos pusimos el pijama y nos acostamos en nuestras respectivas camas. A los pocos minutos fui quedándome dormida.

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Eran las diez de la mañana. Ana inventó una excusa de que estaba mala. Yo simplemente, no inventé nada. Seguí durmiendo.

- Despierta dormilona -Me destapó un poco, para que me despertara.
- No, déjame.

Intenté volver a taparme, pero por mi poca fuerza de por la mañana, no pude ni arrastrar la sábana hacia mi cabeza, así que la dejé como estaba. A los cinco minutos sentí frío y me senté como los indios en mi cama. Ana bajó ya lista del baño y yo me levanté a por mi ropa ya que esa mañana no iba a clases. A parte de que no tenía ganas, no habría hulk que me despierte a las seis de la mañana.

Subí al baño y me di una ducha rápida. Me vestí, me sequé el cabello y me lo peiné. Me maquillé y recogí el baño un poco. Sino, Ana me regañaría. Salí del baño y cuando bajaba por las escaleras vi a las chicas allí.

- Hola, tontas -Me tiré a la cama, en la cual estaban Ana y Ariana. Mina estaba en el escritorio con el ordenador.
- Hola, señora Bieber -Le miré mal.
- ¿Qué coño te pasa en la mente? -Pregunté enfadada.
- Hoy tendrás que hacer todo lo que Justin diga -Ariana me recordó la estúpida apuesta.
- Es verdad -Suspiré.
- ¿En serio lo vas a hacer? ¿Vas a hacer lo que él diga?
- ¿Y qué hago? -Le respondí con una pregunta- Si él le dice algo al director estoy muerta. Me cambiarían de centro.
- Puedes desmentirlo con pruebas -Dijo Ariana- Tapa el agujero y ya.
- Ah, sí -Asentí- Luego me acompañáis a por una valla de no-sé-cuántos metros, y me ayudáis a montarla y eso, ¿sí? -Respondí sarcásticamente- Por Dios.
- La que te espera, Ashley. Lo vas a pasar fatal -Me "ayudó" Ana.
- Gracias, Ana -Puse una mano en su hombro- Por tu apoyo y eso -Rió.

Unas ruedas de silla se escucharon y miramos a Mina. Esta luchó contra la gravedad mientras se caía de la silla y ponía una cara rara. Al segundo, Mina se dio una buena hostia contra el suelo.

- Oh Dios mío -Estallamos a risas.

Mina se levantó del suelo y también empezó a reírse. Levantó la silla y se puso la ropa bien.

- ¡Tenías que haber visto tu cara! -Dije como pude. No podía parar de reír, me dolía ya hasta la barriga.
- Parecías retraída -Ana se tiró lentamente al suelo de la risa.
- No podéis... -Mina nos lanzó un cojín- Que malas personas, no os preocupáis por mi salud -Nos reímos más.
- ¿¡Pero qué salud!? -Reí- Si es que no tienes cuidado -Paré de reírme y me quité las lágrimas que solté.
- Bueno, gracias. Me alegro de haceros reír con mi espectáculo -Hizo una reverencia y se sentó con cuidado en la silla.
- De nada, mujer.



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Supongo que querréis matarme again, pero bueno sdjfksdf JAJAJA.

ᴅᴇᴠιʟ; capítulo seis




Bajamos al comedor cuando era la hora de la cena, y estaban ya casi todos comiendo o pidiendo sus comidas. Que eso en vez de comida, yo creo que es mierda con colorante.
Esta vez, Ariana y Ana fueron a traer la comida, mientras yo me quedaba con Mina, mientras le explicaba lo de la valla rota.

- Pero Mina, no se lo digas a nadie, por favor -Le pedí.
- Tranquila, ¿salimos esta noche? Es Jueves y podemos ir a la discoteca Stella, nos pilla cerca.

Me encogí de hombros mientras sentía que alguien me miraba.

- Supongo -Intenté buscar con la mirada a quien quiera que me esté mirando.

Bieber. Era Bieber. Me sonrió pervesamente cuando le miré a el. Mierda, algo trama el capullo este.
Una bandeja estalló asustándome delante de mi.

- Ana, ¿Podrías ser menos bestia poniendo las cosas? Gracias -Le dije sarcásticamente mientras quitaba el pepinillo de la hamburguesa.
- Y tú no seas tan quejica y exagerada -Rodó los ojos.
- ¿¡Que no sea quejica!? -Grité mientras le metía un puñetazo a la mesa, ganándome algunas miradas.
- ¿Te puedes callar? -Levantó un poco la voz.
- ¡Callaros las dos! -Intervino Ariana. Le hicimos caso y seguimos comiendo- Parecéis niñas chicas.

Cuando terminamos de cenar nos adentramos en nuestro edificio y subimos hacia nuestras respectivas habitaciónes. Ana y yo íbamos todo el rato peleándonos.

- Por dios, me dices puta. ¿Pero tú te has visto? -Le pregunté riendo.
- Sí, me veo todas las mañanas. Pero parece ser que tú no -Abrió la puerta de la habitación.

Estuvimos un rato más chinchándonos, hasta que Ana me tiró algo que no pude descifrar, pero lo esquivé.

- Me llegas a dar y te lo comes -Me giré buscando lo que me había tirado. Lo divisé en la pared y puse cara de asco- ¿Eres imbécil? ¿Tu sabes lo que llega a pasar si me da? -No le di lugar a responder- Lo dicho, que te lo comes.

Busqué un pañuelo y cogí el trozo de pegamento que había estrellado en la pared y lo tiré por la ventana.
Miré a Ana que no paraba de reírse.

- ¿Que es tan gracioso, genia? -Pregunté mirándola mal. Paró de reírse.
- Tú -Volvió a reirse.

Le empujé y calló al suelo.

- Esque -Se secó algunas lágrimas que le caían de la risa- Tu cara, cuando has visto el pegamento ha sido épica, dios -Se levantó del suelo y me dio unas palmaditas en el hombro- Vamos a dormir -Dijo seriamente.
- Yo no se si eres tonta o te entrenas a escondidas -Abrí el armario para sacar la ropa para la escapada de esta noche. {x
- No sabía que tenías eso, me lo tienes que prestar -Ella sacó la suya {x
- Lo puedes coger cuando te de la gana -Me encogí de los hombros y subí al baño.

Puse la ropa que me iba a poner, en un pequeño mueble. Me quité la que tenía y la eché al cesto. Abrí la ducha y fui quitando cada rastro de suciedad de mi cuerpo.
El chico este.. Bieber. Es muy raro, e imbécil. Eso lo que más. Se cree que por ser guapo ya puede tener a todas las chicas que el quiera. Seguro que se ha tirado hasta a las más feas solo para tener una más en la lista de "a quién me tiro."

Cuando terminé me puse una toalla al rededor de mi cuerpo. Otra pequeña para la cabeza. Me sequé y me puse la ropa. Me sequé el pelo y me lo planché.

- ¡Sal de una maldita vez! -Ana aporreó la puerta.
- Ya va, pesada.

Quité el pestillo y ella entró. Puso la ropa de la fiesta en el mismo mueble y se fue desvistiendo. Terminé de plancharme el pelo y desenchufé la plancha. La guardé y salí afuera con las pinturas.
Menos mal que teníamos un espejo grande abajo, justo al lado del armario.
Me fui pintando hasta que Ana salió vestida, pero sin peinar.

- Pero péinate, cabezacanasto. 
- Esque no se que hacerme. Peiname tu.
Subí arriba y después de cinco minutos, le hice una trenza preciosa. {x}
- Wow, gracias -Me dio un beso en la mejilla- Deberías de ser peluquera.
- De nada -Reí- Claro, para que te peine gratis, ¿no?
- Por supuesto.

Esperamos un buen rato, hasta que eran las doce. Mina llamó y dijo que bajásemos corriendo, antes de que los guardias nos pillaran. 
Salimos con los tacones en la mano, para no hacer ruido.
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Ya llevaba unas cuantas copas de más. Estaba bailando, cuando sentí unas manos en mi cintura. Sonreí y me giré. La sonrisa se borró en cuanto vi quien era.